El título me ha quedado un poco efectista, aunque sin lugar a duda, ahorrar energía en la empresa, en el contexto de crisis energética que estamos atravesando, es una de las funciones más útiles de Internet de las Cosas.
Vamos a ver en qué consiste el IoT sensórico y los usos que tiene tanto a nivel doméstico como empresarial. Obviamente; cuanto mayor sea el consumo, mayor es el impacto de estos dispositivos en el ahorro.
¿Qué es el IoT sensórico?
El nombre, la verdad, ya te da bastantes pistas. Entendemos por IoT o Internet de las cosas, la capacidad de determinados dispositivos para conectarse a la red y operar de manera autónoma. En el link entra muy en profundidad en su origen y evolución, con lo que no me voy a extender demasiado en explicaciones genéricas.
Vamos directamente al “apellido” de este tipo de IoT; ¿por qué se llama sensórico? Básicamente porque, para realizar esa interacción con la red, en lugar de algoritmos aislados o programaciones, emplea sensores.
Estos recogen una magnitud y la convierten en datos. Gracias a esa información, los dispositivos pueden operar convenientemente en función de las condiciones externas, llevar un registro de la actividad y generar informes que podemos utilizar para ser más eficientes y productivos.
IoT para ahorrar energía en la empresa
La primera pregunta importante es: ¿qué aspectos mide? Bueno, esto está en continuo avance, pero los más habituales son:
- Temperatura
- Presión
- Humedad
- Movimiento
- Luz
- Sonido
- Proximidad
- Humo, gas y sustancias tóxicas en el aire
Todos son interesantes, pero los tres primeros tienen más que ver con el ahorro de energía, porque no solo la climatización consume energía.
De hecho, vamos a empezar por lo más sencillo y ahorremos en iluminación. ¿Qué sentido tiene iluminar salas o zonas comunes en las que no hay nadie? Ninguno, por eso podemos colocar estos sistemas inteligentes que utilizan sensores de movimiento para iluminar esas áreas y, al estar conectados, nos permiten interactuar con ellos de manera remota, con lo que sube el nivel de control de gasto en comparación con otros sistemas no conectados.
Luego, por supuesto, tenemos la calefacción y el aire acondicionado, que son los que tienen un mayor impacto en nuestras facturas. Esas facturas que llevan meses subiendo sin parar.
La joya de la corona para ahorrar energía en una empresa o un hogar, son los termostatos inteligentes. Permiten, como los de toda la vida, hacer una programación horaria para estar activos en los momentos en que más se necesitan por la presencia de personal en la empresa, al mismo tiempo que se apagan automáticamente o reducen la temperatura de consigna, cuando no son necesarios.
Aunque en esto no influye demasiado el que cuenten o no con sensores. Otra cosa es cuando te diga que son realmente inteligentes y que, más allá de activarse cuando bajamos de determinados grados centígrados, son capaces de anticiparse gracias a que tienen acceso a los datos de climatología externos, con lo que modifican su programación sin necesidad de intervención directa.
Por supuesto, están conectados a una aplicación móvil, con lo que puedes gestionar el uso que se hace del sistema de calefacción desde cualquier lugar o cambiar los parámetros según sea necesario.
Esa misma aplicación nos genera informes de actividad y consumo. Así tendrás un control muy preciso de lo que gastas en cada momento. Según Netatmo, uno de los principales fabricantes de este tipo de dispositivos, el ahorro de energía gracias a los sensores de sus termostatos, frente a un negocio u hogar que tenga un termostato “no-inteligente”, puede llegar a ser de hasta un 21%.
Otras medidas de ahorro de energía
Como decía al principio, el ahorro energético de la empresa no es solo vía IoT sensórico, hay otras medidas complementarias que conviene tomar.
Hablamos de recomendaciones un tanto estándar, pero no por ello menos importantes. Por ejemplo, cambiar el alumbrado a bombillas de leds en lugar de halógenos u otras tecnologías de mayor consumo o cambiar los cerramientos de ventanas y puertas para evitar fugas térmicas.
Y luego está el asunto del autoconsumo. Si tienes una gran superficie de tejado, la instalación de paneles solares es una inversión muy interesante. Durante las horas de sol puedes generar energía suficiente para reducir notablemente tu factura de energía y, como la mayor parte de la actividad de las empresas suele darse durante el día, esto representa un ahorro importante.
Incluso te permite cargar los vehículos eléctricos o híbridos enchufables de tu flota, así serás doblemente sostenible.
¿Por qué insisto tanto en las horas de sol? Sencillamente porque las baterías actuales aún no son lo suficientemente eficientes y no se amortizan. Pero seguro que la tecnología sale pronto al rescate.
De momento te recomendaría que le dieras una oportunidad al IoT sensórico para ahorrar energía, es una inversión pequeña para lo que puede reportarte y, esta sí, se amortiza muy deprisa.